Miscelánea

Vacaciones como terapia

By 31 julio, 2018 No Comments
Vacaciones de verano - El Gato Limpieza

AGOSTO

Comienza mañana. Se llama agosto. El mes de vacaciones por excelencia, al menos por estos lares.

Si lo pensamos, no hay razones evidentes o empíricas que hagan de agosto mejor mes para disfrutar de las vacaciones que julio o septiembre. Pero lo cierto, es que los números están ahí.

En realidad, septiembre sí puede tener ciertas diferencias de temperatura, posibilidad de precipitaciones o duración del día con respecto a los otros dos; pero entre julio y agosto, las diferencias son mínimas. Siendo incluso más ventajosa, en muchos aspectos, la elección del primero sobre el segundo.

Esto, por supuesto es una reflexión propia, ya que el personal toma las vacaciones cuando quiere o puede. Así lo hacemos nosotros, de hecho; pero es muy significativo del arraigo cultural que nos abriga (nunca peor dicho, hablando de agosto…).

VACACIONES COMO TERAPIA

Sabemos que las vacaciones son períodos de tiempo que se otorga a los trabajadores, independientemente de su profesión, como pausa a su desempeño laboral cotidiano.

Pero, a parte del obvio disfrute que conllevan, son básicamente una terapia. Una cura que se basa en un desorden absoluto de hábitos y una ausencia total de rutina y obligaciones.

Y eso nos gusta, “of course”…

Nos gusta porque la locura de vida que nos han obligado a vivir, nos mantiene todo el año tensos, inquietos, preocupados… Presos de inflexibles obligaciones. Pensando en si mañana pasará esto o si pasado pasará lo otro… Cuadrando de aquí de y de allá para poder ahorrar; para las susodichas (en el mejor de los casos), o para llegar a final de mes (en el más normal de ellos).

“Quicir”, una locura… Pero la locura que nos toca vivir. O aceptamos vivir, mejor dicho…

Por eso, las vacaciones nos son más que la vía de escape con la cual intentamos recobrar el equilibrio necesario para abordar un nuevo ciclo. La terapia que evita que salgamos pegando tiros con un kalashnikov (el que lo tenga), cualquier lunes de nuestra vida.

Así que julio, agosto, septiembre… Qué más da… Descansa, relájate, sal de fiesta, duerme mucho, come a deshoras, báñate, baila, toma el sol… Haz lo que quieras y no hagas lo que no quieras… Disfruta a tope de tus vacaciones y que te quiten lo «bailao»…

A mí, este año, no me toca tomar vacaciones; pero chico, no me quejo… He encontrado un kalashnikov baratito…

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